Embrace Aging and Learn to Enjoy Life

Joel Calleiro • 1 de marzo de 2020

Don't get bitter, get better!

Some people jokingly say that old age is an incurable disease. It is not; aging is a natural process that some of us are already experiencing, while others are beginning to receive warnings that tell your body to get ready. At 30 years old, I received my first warning, and although a 30-year-old man is not, by any means, considered an older person, the fact is that the first signs of aging usually appear at around the age of 25, and manifests itself in the forms of facial wrinkles. In my case, it was premature grey hair. Thirty-nine years later, health issues, doctor visits, physical therapy, and pain became the norm. I did not get a certificate or a diploma, but at 69, I officially became an old man (physically speaking).
  
But it is not all bad; in fact, there are a few benefits to the aging process. Yes, getting old “Viejo” has its advantages: It delivers us from “self” love. To begin with, you don’t spend as much time in front of the mirror (not a pleasant sight). All of a sudden, you are more concerned with how you feel than how you look. You prefer comfort over elegance, and quiet, reflective moments over crowds and noisy gatherings. Getting old makes us more gentle, more gracious, more considered, less demanding, and wiser. As we grow old, God allows us to go through trials, disappointments, failure, and pain to make us better, not bitter.

Embrace your age! There are wonderful blessings at every stage of our lives. Our Lord will carry, sustain, and rescue us, even in our old age!

Even to your old age and gray hairs, I am he, I am he who will sustain you.
I have made you and I will carry you; I will sustain you and I will rescue you.
Isaiah 46:4

Por Nilo Domínguez 13 de abril de 2020
Ayer fue el Domingo de Resurrección (Easter Sunday). No podemos dejar de recordar que Cristo no se quedó muerto en la tumba; eso es lo que el diablo hubiera querido y eso es lo que muchas falsas religiones han hecho al dejar a Cristo en el crucifijo. Cristo está vivo y activo. Alguien ha dicho que la resurrección de Cristo es «la piedra fundamental de la fe cristiana» con esa verdad el cristianismo se levanta o se cae (Josh Macdowell). Hace algunos años mi segundo hijo visitó Jerusalén, fue un viaje de su iglesia. Él me llamó por teléfono a Cuba y me dijo «Papi, he visitado todos los lugares donde Jesús estuvo. Caminé por las calles de Belén. Me bañé en el río Jordán, donde Cristo se bautizó. Comí pescado del Mar de Galilea. Caminé por las estrechas callejuelas de Jerusalén, pero el lugar que más me impresionó fue la tumba de Cristo ¡está vacía! Es bueno recordar eso. Las tumbas de todos los grandes líderes religiosos tienen todavía algunos de los huesos de sus cuerpos; en la Meca (Arabia Saudita) reposa, según dicen, algunos huesos de Mahoma en Ceilán (actual Siri Lanka), dicen que hay un santuario que tiene una muela de Buda, se dice que en algún lugar secreto de Irán está la tumba de otros santones, pero la tumba de Cristo está vacía, es apenas un lugar para que los turistas se retraten ¡Cristo está vivo y activo! (1ra de Corintios 15). Cuando recordamos la resurrección de Cristo estamos recordando que adoramos a uno que vive para siempre. Jesús se presentó como Dios encarnado. La fe cristiana reposa sobre esa gran verdad ¡Cristo está vivo! De no ser así no vale la pena ser cristiano, Pablo lo dice bien claro; nuestra fe sería vana, pero gracias a Dios que nuestra fe está puesta en aquel que vive y reina para siempre. ​ Él dijo ante la tumba de Lázaro de Betania «Yo soy la resurrección y la vida el que en mí cree, aunque esté muerto vivirá (Juan 11:25). ​ Cristo vive y da vida. Vida abundante (Juan 10:10). Vida eterna (Juan 3:16). Esa es la piedra angular del cristianismo ¿Crees que Cristo vive? Si no lo crees eres digno de lástima. Yo sí lo creo y te invito a que también lo creas. Amén.
Por Joel Calleiro 24 de marzo de 2020
Recientemente dejé leer los titulares del Drudge Report , un diario digital que recopila las más importantes noticias del momento en un largo menú de encabezamientos depresivos que solo predicen tristezas y fatalidades. En cambio, comencé a buscar contenidos inspiradores que nos den una sensación de esperanza en medio del miedo y la incertidumbre. Cuando Dan Richardson, un creyente seguidor de Jesucristo, perdió su batalla contra el cáncer , e l siguiente poema fue distribuido en su funeral: Noten que cambié la palabra CÁNCER por CORONAVIRUS para hacerlo relevante. El coronavirus es limitado. . . No puede paralizar el amor. No puede destruir la esperanza. No puede corroer la fe. No puede quitar la paz. No puede destruir la confianza. No puede matar la amistad. No puede borrar los recuerdos. No puede silenciar el coraje. No puede invadir el alma. No puede acortar la vida eterna. No puede apagar el Espíritu. No puede disminuir el poder de la resurrección. "En medio de las pruebas y de lo desconocido, los cristianos debemos recordar lo que ya sabemos. La preocupación no es un buen amigo, y el pánico no es nuestro camino. Salomón nos recuerda: "Si te desmayas en el día de la adversidad, tu fuerza es pequeña" (Prov. 24:10). ¡Que nunca se diga que el pueblo de Dios se rige más por el miedo que por la fe!” Todd Wagner.
Por Nilo Domínguez 24 de marzo de 2020
Definir a Dios es tarea imposible, pero La Biblia lo hace. San Juan, el discípulo amado lo hizo en 1ra de Juan 4:8 cuando dijo «Dios es amor». Aquí no se está hablando de uno de los atributos morales de Dios; se está hablando de su naturaleza, su carácter, su esencia. Si alguna palabra mueve montañas es la palabra Amor. Las tareas más extraordinarias solo se realizan por Amor. La gran necesidad del mundo moderno es Amor, vivimos en un mundo endurecido, donde el amor es una especie en extinción. El mundo es un gran desierto sin amor. José Martí, el gran poeta y escritor cubano dijo: «Solo el amor construye»; es cierto, el odio destruye. La historia así lo enseña. Toda filosofía, religión, sistema social o político, que saque a Dios de su agenda, que es sacar el amor, está condenado a fracasar. Dios nos ama. La Cruz es el ejemplo supremo del Amor Divino (Romanos 5:8). El mundo necesita más Amor. Una sociedad sin amor es una sociedad sin Dios y está condenada a morir. Ejemplos tenemos en la historia universal. Necesitamos volvernos al Dios que es Amor, al único Dios verdadero, al que envió a Jesucristo a la cruz para nuestra salvación (Juan 3:16)