Dios No Cambia

Rev Nilo Dominguez • 16 de febrero de 2020

Dios no Cambia

Ayer domingo 10 de marzo se cambió la hora en el hemisferio norte, se adelantó el reloj una hora, según se dice, para aprovechar mejor la luz solar. Vivimos en un mundo donde casi todo cambia. El cambio es parte de la vida; eso hizo que el filósofo griego Heráclito dijera «Nadie se baña dos veces en un mismo río». La razón es obvia, el agua del río cambia constantemente.

1. Cambian las estaciones del año (verano, invierno, primavera, otoño)

2. Cambian los seres humanos (niñez, adolescencia, juventud, adultez, ancianidad)

3. Cambian los gobiernos. Normalmente cada cierto tiempo hay cambios de gobernantes en los países civilizados; cada 4 años en EEUU, 
cada 6 años en México. La excepción es Cuba, que lleva más de 60 años con las mismas caras y caretas.

4. La medicina cambia. Lo que hoy te cura, mañana te mata… cada cinco años hay que revisar los libros de medicina
5. La tecnología cambia con tal velocidad, que lo que hoy sirve, mañana ya es obsoleto, y hay que reemplazarlo… cosas del mercadotecnia 
(marketing).

6. El cuerpo humano cada 7 años ha cambiado y reemplazado los miles de millones de células del organismo ¡maravillas de Dios! que 
dejan con la boca abierta a los enemigos de la fe.

7. Los medios de transporte que a principios del siglo XX sólo conocían las patas de los caballos, ahora conocen los trenes de alta velocidad (tren bala) y los aviones supersónicos.

8. Las comunicaciones que antes se hacían en África con tambores y columnas de humo, ahora se hacen por teléfonos inteligentes e Internet, que dan la vuelta al mundo en menos de lo que se dice.

9. Las costumbres cambian, lo que hasta ayer era pecado y algo ofensivo, ahora es permitido y hasta elegante. Ya La Biblia lo había profetizado en Isaías 5:20, pero en medio de un mundo donde casi todo cambia, hay UNO que no cambia, y ese es Jesucristo (Dios) (Hebreos 13:8), y en ese Dios eterno e inmutable es en quien yo he creído, y te animo querido amigo a que tú también creas. Amen.



Por Nilo Domínguez 13 de abril de 2020
Ayer fue el Domingo de Resurrección (Easter Sunday). No podemos dejar de recordar que Cristo no se quedó muerto en la tumba; eso es lo que el diablo hubiera querido y eso es lo que muchas falsas religiones han hecho al dejar a Cristo en el crucifijo. Cristo está vivo y activo. Alguien ha dicho que la resurrección de Cristo es «la piedra fundamental de la fe cristiana» con esa verdad el cristianismo se levanta o se cae (Josh Macdowell). Hace algunos años mi segundo hijo visitó Jerusalén, fue un viaje de su iglesia. Él me llamó por teléfono a Cuba y me dijo «Papi, he visitado todos los lugares donde Jesús estuvo. Caminé por las calles de Belén. Me bañé en el río Jordán, donde Cristo se bautizó. Comí pescado del Mar de Galilea. Caminé por las estrechas callejuelas de Jerusalén, pero el lugar que más me impresionó fue la tumba de Cristo ¡está vacía! Es bueno recordar eso. Las tumbas de todos los grandes líderes religiosos tienen todavía algunos de los huesos de sus cuerpos; en la Meca (Arabia Saudita) reposa, según dicen, algunos huesos de Mahoma en Ceilán (actual Siri Lanka), dicen que hay un santuario que tiene una muela de Buda, se dice que en algún lugar secreto de Irán está la tumba de otros santones, pero la tumba de Cristo está vacía, es apenas un lugar para que los turistas se retraten ¡Cristo está vivo y activo! (1ra de Corintios 15). Cuando recordamos la resurrección de Cristo estamos recordando que adoramos a uno que vive para siempre. Jesús se presentó como Dios encarnado. La fe cristiana reposa sobre esa gran verdad ¡Cristo está vivo! De no ser así no vale la pena ser cristiano, Pablo lo dice bien claro; nuestra fe sería vana, pero gracias a Dios que nuestra fe está puesta en aquel que vive y reina para siempre. ​ Él dijo ante la tumba de Lázaro de Betania «Yo soy la resurrección y la vida el que en mí cree, aunque esté muerto vivirá (Juan 11:25). ​ Cristo vive y da vida. Vida abundante (Juan 10:10). Vida eterna (Juan 3:16). Esa es la piedra angular del cristianismo ¿Crees que Cristo vive? Si no lo crees eres digno de lástima. Yo sí lo creo y te invito a que también lo creas. Amén.
Por Joel Calleiro 24 de marzo de 2020
Recientemente dejé leer los titulares del Drudge Report , un diario digital que recopila las más importantes noticias del momento en un largo menú de encabezamientos depresivos que solo predicen tristezas y fatalidades. En cambio, comencé a buscar contenidos inspiradores que nos den una sensación de esperanza en medio del miedo y la incertidumbre. Cuando Dan Richardson, un creyente seguidor de Jesucristo, perdió su batalla contra el cáncer , e l siguiente poema fue distribuido en su funeral: Noten que cambié la palabra CÁNCER por CORONAVIRUS para hacerlo relevante. El coronavirus es limitado. . . No puede paralizar el amor. No puede destruir la esperanza. No puede corroer la fe. No puede quitar la paz. No puede destruir la confianza. No puede matar la amistad. No puede borrar los recuerdos. No puede silenciar el coraje. No puede invadir el alma. No puede acortar la vida eterna. No puede apagar el Espíritu. No puede disminuir el poder de la resurrección. "En medio de las pruebas y de lo desconocido, los cristianos debemos recordar lo que ya sabemos. La preocupación no es un buen amigo, y el pánico no es nuestro camino. Salomón nos recuerda: "Si te desmayas en el día de la adversidad, tu fuerza es pequeña" (Prov. 24:10). ¡Que nunca se diga que el pueblo de Dios se rige más por el miedo que por la fe!” Todd Wagner.
Por Nilo Domínguez 24 de marzo de 2020
Definir a Dios es tarea imposible, pero La Biblia lo hace. San Juan, el discípulo amado lo hizo en 1ra de Juan 4:8 cuando dijo «Dios es amor». Aquí no se está hablando de uno de los atributos morales de Dios; se está hablando de su naturaleza, su carácter, su esencia. Si alguna palabra mueve montañas es la palabra Amor. Las tareas más extraordinarias solo se realizan por Amor. La gran necesidad del mundo moderno es Amor, vivimos en un mundo endurecido, donde el amor es una especie en extinción. El mundo es un gran desierto sin amor. José Martí, el gran poeta y escritor cubano dijo: «Solo el amor construye»; es cierto, el odio destruye. La historia así lo enseña. Toda filosofía, religión, sistema social o político, que saque a Dios de su agenda, que es sacar el amor, está condenado a fracasar. Dios nos ama. La Cruz es el ejemplo supremo del Amor Divino (Romanos 5:8). El mundo necesita más Amor. Una sociedad sin amor es una sociedad sin Dios y está condenada a morir. Ejemplos tenemos en la historia universal. Necesitamos volvernos al Dios que es Amor, al único Dios verdadero, al que envió a Jesucristo a la cruz para nuestra salvación (Juan 3:16)