Planeando con Sabiduría
Rev. Nilo Dominguez • 15 de febrero de 2020
El comienzo de un año nuevo debemos enfrentarlo con planes para el mismo; estos planes deben ser hechos con sabiduría (Proverbios 1:7).
Las empresas comerciales, los gobiernos y toda institución seria hace planes para el futuro. Lo mismo debemos hacer en el seno familiar. Hacer planes nos da oportunidades para varias cosas. Veamos algunas:
1. Aprovechar Mejor los Recursos que Tenemos. Estos recursos pueden ser de varios tipos, materiales, sociales, económicos, familiares, etc., pero lo cierto es que ¡planear es de sabios!
2. Hacer Planes a Corto, Mediano y Largo Plazo es Sabio. No siempre las cosas suceden de ahora para luego. El sembrador tiene que hacer muchas cosas antes de recoger la cosecha, lo mismo sucede en otras áreas de la vida.
3. Planear las Cosas nos Permite Rectificar el Rumbo, Hacer Arreglos Sobre la Marcha. Un plan debe ser algo flexible, no rígido.
4. En Nuestros Planes Dios Debe Ocupar el Primer Lugar. Debemos siempre decir «si Dios quiere» (Santiago 4:13-15)
Cuando he leído la vida de grandes hombres, que han triunfado, me he dado cuenta de que no han sido improvisadores, sino planeadores. Aun los primeros misioneros cristianos tuvieron que hacer enmiendas y cambios en sus planes originales, pero siempre tenían un plan.
El problema con los planes es que a veces hacemos planes utópicos, cuando debemos hacer planes realistas. Aunque la fe del creyente juega un papel fundamental en el éxito de cualquier empresa, lo cierto es que los planes que hagamos deben ser realistas, flexibles y sobre todo que coincidan con la voluntad de Dios. Tal vez es ahí donde más fallamos ¿cómo saber si mis planes coinciden con los planes de Dios? La Biblia es nuestra carta de navegación. La Biblia es nuestro GPS para el éxito, de ahí la importancia de acudir a ella en busca de sus sabios consejos ¿Lo haces? ¡Inténtalo y verás que te irá bien! Amén.

Ayer fue el Domingo de Resurrección (Easter Sunday). No podemos dejar de recordar que Cristo no se quedó muerto en la tumba; eso es lo que el diablo hubiera querido y eso es lo que muchas falsas religiones han hecho al dejar a Cristo en el crucifijo. Cristo está vivo y activo. Alguien ha dicho que la resurrección de Cristo es «la piedra fundamental de la fe cristiana» con esa verdad el cristianismo se levanta o se cae (Josh Macdowell). Hace algunos años mi segundo hijo visitó Jerusalén, fue un viaje de su iglesia. Él me llamó por teléfono a Cuba y me dijo «Papi, he visitado todos los lugares donde Jesús estuvo. Caminé por las calles de Belén. Me bañé en el río Jordán, donde Cristo se bautizó. Comí pescado del Mar de Galilea. Caminé por las estrechas callejuelas de Jerusalén, pero el lugar que más me impresionó fue la tumba de Cristo ¡está vacía! Es bueno recordar eso. Las tumbas de todos los grandes líderes religiosos tienen todavía algunos de los huesos de sus cuerpos; en la Meca (Arabia Saudita) reposa, según dicen, algunos huesos de Mahoma en Ceilán (actual Siri Lanka), dicen que hay un santuario que tiene una muela de Buda, se dice que en algún lugar secreto de Irán está la tumba de otros santones, pero la tumba de Cristo está vacía, es apenas un lugar para que los turistas se retraten ¡Cristo está vivo y activo! (1ra de Corintios 15). Cuando recordamos la resurrección de Cristo estamos recordando que adoramos a uno que vive para siempre. Jesús se presentó como Dios encarnado. La fe cristiana reposa sobre esa gran verdad ¡Cristo está vivo! De no ser así no vale la pena ser cristiano, Pablo lo dice bien claro; nuestra fe sería vana, pero gracias a Dios que nuestra fe está puesta en aquel que vive y reina para siempre. Él dijo ante la tumba de Lázaro de Betania «Yo soy la resurrección y la vida el que en mí cree, aunque esté muerto vivirá (Juan 11:25). Cristo vive y da vida. Vida abundante (Juan 10:10). Vida eterna (Juan 3:16). Esa es la piedra angular del cristianismo ¿Crees que Cristo vive? Si no lo crees eres digno de lástima. Yo sí lo creo y te invito a que también lo creas. Amén.

Recientemente dejé leer los titulares del Drudge Report , un diario digital que recopila las más importantes noticias del momento en un largo menú de encabezamientos depresivos que solo predicen tristezas y fatalidades. En cambio, comencé a buscar contenidos inspiradores que nos den una sensación de esperanza en medio del miedo y la incertidumbre. Cuando Dan Richardson, un creyente seguidor de Jesucristo, perdió su batalla contra el cáncer , e l siguiente poema fue distribuido en su funeral: Noten que cambié la palabra CÁNCER por CORONAVIRUS para hacerlo relevante. El coronavirus es limitado. . . No puede paralizar el amor. No puede destruir la esperanza. No puede corroer la fe. No puede quitar la paz. No puede destruir la confianza. No puede matar la amistad. No puede borrar los recuerdos. No puede silenciar el coraje. No puede invadir el alma. No puede acortar la vida eterna. No puede apagar el Espíritu. No puede disminuir el poder de la resurrección. "En medio de las pruebas y de lo desconocido, los cristianos debemos recordar lo que ya sabemos. La preocupación no es un buen amigo, y el pánico no es nuestro camino. Salomón nos recuerda: "Si te desmayas en el día de la adversidad, tu fuerza es pequeña" (Prov. 24:10). ¡Que nunca se diga que el pueblo de Dios se rige más por el miedo que por la fe!” Todd Wagner.

Definir a Dios es tarea imposible, pero La Biblia lo hace. San Juan, el discípulo amado lo hizo en 1ra de Juan 4:8 cuando dijo «Dios es amor». Aquí no se está hablando de uno de los atributos morales de Dios; se está hablando de su naturaleza, su carácter, su esencia. Si alguna palabra mueve montañas es la palabra Amor. Las tareas más extraordinarias solo se realizan por Amor. La gran necesidad del mundo moderno es Amor, vivimos en un mundo endurecido, donde el amor es una especie en extinción. El mundo es un gran desierto sin amor. José Martí, el gran poeta y escritor cubano dijo: «Solo el amor construye»; es cierto, el odio destruye. La historia así lo enseña. Toda filosofía, religión, sistema social o político, que saque a Dios de su agenda, que es sacar el amor, está condenado a fracasar. Dios nos ama. La Cruz es el ejemplo supremo del Amor Divino (Romanos 5:8). El mundo necesita más Amor. Una sociedad sin amor es una sociedad sin Dios y está condenada a morir. Ejemplos tenemos en la historia universal. Necesitamos volvernos al Dios que es Amor, al único Dios verdadero, al que envió a Jesucristo a la cruz para nuestra salvación (Juan 3:16)